Una obra maestra de equilibrio y sofisticación.
Madurado en barricas de roble americano y europeo sazonadas con jerez, este single malt despliega notas suaves de vainilla, cítricos y especias dulces, con una textura envolvente.
Elegido por quienes buscan un whisky refinado, armónico y con sello propio dentro del universo Macallan.